Geografías | RELATO GRÁFICO
Durante muchos años se pensó que la hueste de Diego de Almagro había entrado a Chile por el paso de San Francisco. Este paso está mucho más al norte que el Cruce de Comecaballos, que es lo que hoy casi todos postulan.
Fue el historiador Barros Arana quien inicialmente planteó la hipótesis del cruce por el Paso de San Francisco. Es raro que lo haya hecho. Si el ánimo de los españoles era llegar a Copiapó, tiene mucho más sentido que hayan atravesado la cordillera por Comecaballos, que se descuelga casi directamente al Valle de Copiapó.
Lo descabellado de la hipótesis de Barros Arana es que decía que, después de haber atravesado por San Francisco, había seguido a la localidad de Iglesia Colorada, lo cual suponía un largo periplo por uno de los lugares más inhóspitos de Chile. ¿Por qué los españoles no habrían de seguir el camino más corto?
Más cercano a la realidad es lo que cuenta el más riguroso historiador local del siglo XIX, Carlos María Sayago, quien sostuvo que había sido por Comecaballos. Sayago era hombre de terreno: él había ido a los pasos, los conocía bien. Su alternativa es mucho más directa que la propuesta por Barros Arana y con más recursos en el camino.
Sí, desde el punto de vista de la gran historia. Ciertamente poco importa si fue algunos kilómetros más al sur o al norte. Lo que importa es que los españoles llegaron a Chile y eso cambió completamente el equilibrio de nuestro país. Afectó su ADN.
Pero, desde la historia de abajo arriba, esto es, pensando desde los caminos que nos configuraron, ¡claro que importa saber cuál fue el sendero elegido! Tengamos presente que este es, nada menos, que el cruce más importante de toda la cordillera. ¿El motivo? No solo se trata de la llegada de Almagro, sino que por este mismo Paso cruzó también un brazo del Ejército Libertador, la columna de Zelada Dávila, en los días de la independencia de Chile.
Pero hay dos aspectos más. El primero es lo que sugiere el propio nombre del Paso: Comecaballos. Se supone que los siguientes españoles que cruzaron a Chile lo hicieron por ahí. Y hambrientos como habrán llegado, se comieron la carne de caballo que aún permanecía congelada o en estado de charqui. Otra interpretación, no tan literal, sugiere que el paso, por ser muy difícil, era «come caballos», dicho esto a como a veces se dice “come piernas” o “mata hombres”, para referirse a tramos muy agotadores.
Y hay finalmente una ultima razón para ser precisos con la pregunta del Paso. Es una de índole humanitario. En ese punto del cruce yacen unos cinco mil pre chilenos que no alcanzaron a conocer la patria. Las duras condiciones de nuestra geografía se llevaron sus restos mortales.
No perdamos de vista que Come caballos, San Francisco o dónde sea el cruce, es uno de los lugares más trágicos de nuestro país. Tal vez no haya otro sitio en el que, en tan poco tiempo, un par de días a lo más, muriera tanta gente y en condiciones tan atroces.
Con Miguel Cáceres, geólogo, historiador y gran amigo, fuimos por la vertiente chilena a buscar el Paso de Almagro y los suyos. Miguel tiene buenos argumentos para pensar que posiblemente la columna se haya dividido.
Una parte habría cruzado por Pircas Negras y, otra parte, por Comecaballos. Ambos son atraviesos de gran altura, pero de lomajes suaves y los dos pasos apuntan, con lógica baqueana, a Iglesia Colorada y finalmente a Copiapó.
Como está dicho más adelante, estos pasos fueron permanentemente utilizados para el intercambio y comercio hasta hace unos ochenta años atrás.
En la actualidad, hay una moderna carretera que une Chile y Argentina y que cruza por Pircas Negras. Son la C-33 y la RN 76 (Advertencia: en invierno está cerrada y en caso de querer transitar por ahí, recomendamos averiguar en Aduanas si está operativa).
Del lado argentino, por supuesto, la duda del Paso se mantiene. El último gran tambo antes de enfilar a la cordillera es el Shincal /Londres, cerca de la ciudad de Belén, en Catamarca. La ubicación de ese tambo no le entrega luces a la duda del Paso.
Ahora bien, lo que sí deja en evidencia el lado Argentino, es que el camino del inca o el trayecto de Almagro, fue un sendero muy utilizado a lo largo de la historia. Es tan así que los riojanos lo llaman el Paso de la Torada, haciendo mención al ganado y al comercio que por ahí pasó para abastecer el auge poblacional de Copiapó, debido al reventón de la minería de plata, en particular, Chañarcillo.
Todo esto hace entonces más difícil la identificación del Paso buscado. Estamos a 500 años de que fuera utilizado por los españoles y, como está dicho, ha sido altamente transitado. ¿Quedará alguna evidencia del Paso de Almagro?
Hace más desafiante la pregunta.
Pero un asunto que puede parecer una anécdota geológica refuta que el Paso de Almagro haya sido por San Francisco, y respalda la idea de los pasos más al sur: el de Pircas Negras y por Comecaballos. La prueba es la llamada Piedra o el Peñasco de Diego.
Francisco San Román, un ingeniero de fines del siglo XIX, recorrió parte importante de la cordillera haciendo toda clase de anotaciones. El hombre era una especie de naturalista por su vasta cultura y redacción delicada.
San Román es uno de los clásicos de nuestras cordilleras. En uno de sus escritos dice:
“El peñasco de Diego, gran bloque de conglomerado volcánico desprendido de los barrancos i que encontró descanso y perpetuo equilibrio en medio del arroyo de Pircas Negras deriva su nombre según algunos de Diego de Almagro, quien a su sombra o a su abrigo dormiría su primer sueño en tierra de Chile, conforme a la versión de los que sostienen el hecho de haber sido por allí i no por el Paso de Francisco i Paipote el camino de su última y desastrosa jornada antes de llegar a esto valles de salvación”.
Los Pasos están marcado en el mapa Google con amarillo mientras que el Peñasco de Diego con rojo.
Si bien en el mapa se observa que el Peñasco está más al norte que el Paso de Pircas Negras, la única manera de bajar de esas alturas es poner rumbo al norte, tal cual lo hace la carretera C33. Si te acercas con el Google Map, verás una serie de huellas diagonales en la ladera rojiza que entra en un manchón negruzco que podría ser el rastro dejado por la hueste de Almagro y, posteriormente, por el ganado de Argentina a Chile.
En 1850, Víctor Martín de Moussy, un científico francés, contratado por el gobierno argentino, publicó un informe que decía: “La quebrada que se aparta al sud conduce al Peñasco de Diego, roca gruesa, cerca de la cual suelen parar los viajeros. Aquí hay agua, algo de pasto y una buena leña llamada Cuerno de Cabra que da muy buen fuego”.
Una bellísima expedición para sumergirse en la cordillera es ir al Peñasco de Diego y, de ahí, seguir hasta la casa de los Rojas, una antigua familia de arrieros con muy buena conversación.
El camino al Peñasco no representa mayor dificultad. Se toma la carretera C33 y antes de empezar la subida a la gran cordillera te desvías al sur de acuerdo al mapa. Debes ir en camioneta 4×4 y tomar todas las medidas de seguridad.
Puedes seguir hasta la casa de la familia Rojas. Para ir allá, el camino es más complejo y se deben extremar las medidas de seguridad. No debes ir solo. La cordillera es peligrosa.
Por de pronto, debes asegurarte que los hermanos Rojas estarán en su casa.
Con ellos también se puede arreglar para subir en mula al Paso de Comecaballos propiamente tal, lo que será una magnifica segunda expedición.
El Peñasco de Diego esta en la siguiente ubicación: 28°00’61’’S y 69°19’25’’ W (con marca roja)
La casa de los Rojas esta en el: 28°05’65’’ S y 69°24’38’’ W (con marca roja)
A quienes amen la cordillera, aquí va un dato interesante. Todos los años sube un grupo de chilenos desde Copiapó, y de argentinos desde La Rioja, para encontrarse en hito limítrofe. La idea es rendirle homenaje a la patriada de una columna auxiliar del Ejercito Libertador, que tuvo como tarea caer sobre Copiapó y liberarla del control virreinal.
Obviamente, estaba coordinada con las grandes columnas patrióticas encabezadas por San Martín y O’Higgins. La particularidad de este destacamento, fue que estaba conformado por campesinos riojanos y chilenos exiliados, no necesariamente militares. La columna cumplió su deber. Se tomó la ciudad de Copiapó, levantó la región toda y se encaminó a Chacabuco para sumarse a la gran batalla.
En la Plaza de Armas de la ciudad de La Rioja, hay una estatua de San Martín. En uno de los costados del plinto dice en letras grandes:
Copiapó,
¡Misión cumplida!
Una tercera expedición a la cordillera es sumarte a la conmemoración de la de Zelada Dávila. Se trata de un encuentro chileno argentino en el hito fronterizo. Se realiza los enero de cada año y hay quienes van a caballo, en camioneta o bicicleta.
Para averiguar detalles puedes comunicarte con el departamento de Cultura de la Gobernación de Copiapó o bien con el par de la Provincia de La Rioja, Argentina.