Geografías | EXPEDICIÓN

Ruta Barroca Andina

¡Oh Altiplano!

El marco geográfico es bellísimo: el horizonte amplio anaranjado por la paja brava y el frío de las alturas. Cada tanto, una cumbre nevada, eternamente nevada, que se empina por los cinco mil metros de altitud.

Los datos del altiplano son decidores. Se trata de una meseta más grande que el Uruguay, que tiene en promedio unos 3600 metros de altura y es una región compartida por Perú, parte importante de Bolivia, el noroeste argentino y el norte cordillerano y desértico de Chile. Se caracteriza por oscilaciones térmicas extremas entre el día y la noche, solemnes volcanes, salares, lagos y la enorme cordillera.

En el altiplano, las imágenes hablan en todos los tonos posibles. A la belleza de la geografía, le sigue un rosario de pequeños pueblos que viven en un silencio que no se da en este siglo. 

Hoy, cada pueblo y caserío  tiene un combate complejo. Persistir en sus tradiciones constructivas o dar paso al cinc más rápido, barato y eficaz. Persistir en sus tradiciones religiosas o dar paso al espectáculo del turismo. Persistir en sus costumbres ancestrales o mantenerlas sólo por el efecto que logran en la política.

Ruta Indoíbera

Una ruta rompe los paisajes altiplánicos serpenteando a través de su geografía. La podemos llamar de muchas maneras de acuerdo a la época en que fue usada y a la mercadería que se transportó:  Camino del Inca, Ruta del Plata, Ruta Barroca, Ruta de la sal, Ruta del Spondylus, Ruta del maíz blanco, del charqui de congrio…

La podemos llamar cómo queramos, pero convengamos que es la ruta Indoibérica por excelencia.

Como todo derrotero comercial, su uso no solo era un ir y venir de materiales o ganado. También fue un tránsito de personas, de lenguas, costumbres y  tecnologías. Por aquí pasaron las tribus rebeldes que el inca forzó al exilio. Por aquí pasaron los indígenas obligados a pagar su mita (impuesto) con trabajo en la gran mina de Potosí. Por aquí también pasaron peregrinos buscando imágenes milagreras para la rogativa, por aquí pasaron comerciantes hablando el aymará, el quechua y también el castellano.

La antigua ruta del Plata

Tomemos la hebra de una de estas rutas: la antigua de la plata.

Esta es la que atraviesa altiplano de norte a sur. Fue un sendero hecho para el transporte del azogue, insumo indispensable para el proceso del mineral de plata en Potosí. Por siglos, se la transitó cargando el material en Huancavelica, al norte del Cusco, hasta el Cerro Rico. De ahí el arriero seguía con sus mulares llevando la plata procesada de la mina al puerto de Arica para ser embarcada.

El transito de esta ruta, y el enriquecimiento que trajo, nos dejó un Reguero de pequeñas iglesias, y algunas nada pequeñas, dado el tamaño del poblado, que son una joya barroca y que están vigentes y, sobre todo, vivas. Cuando vayas, observarás que siempre hay flores y están frescas.

Esta ruta del plata es una de las mayores expresiones culturales del continente. No alcanzo a entender porqué no está aún declarado Patrimonio de la Humanidad.

Tal vez no sea posible hacer esta ruta de una por su largura. Yo la hice por tramos o zonas que son los que menciono a continuación, destacando las iglesias y sitios que más me impresionaron.

Tramo 1: los alrededores del Cusco

Advertencias, comentarios y recomendaciones:

  • Antes de partir al viaje, averigua en la Ruta Barroca (junto a la Iglesia de La Compañía) los horarios para las visitas a las iglesias. Desgraciadamente solo tienen mayor información para las primeras iglesias, no tanto para las más alejadas de Cusco.
  • Te sugiero que llames antes al resto de las iglesias para conocer el mejor horario de visita. Salvo las iglesias de la Ruta Barroca propiamente tal, el resto no son parte de una ruta turística como seguramente estás acostumbrado. Puede ocurrirte que te lleve un tiempo dar con el señor o la señora que tiene las llaves.
  • Parte de esta cautela se justifica porque han sufrido muchos robos de imágenes y cuadros que se venden luego por internet.
  • Sé generoso con la comunidad y, sobre todo, respetuoso con sus tradiciones y su vida sosegada.
  • El tramo hasta Checacupe son rutas entre pueblos y es más lento de lo que sugieren los kilómetros. El desvío a Lampa en cambio es mas expedito y con un bello paisaje altiplánico.
  • Por una curiosa historia, la iglesia de Lampa tiene una de las últimas copias del original de la Pietá de Miguel Ángel. El pueblo es antiguo y alejado del mundanal ruido. Con una mirada espiritual y andina, conviene visitar los restos del templo de Wiracocha en Raqchi .
  • Las iglesias a visitar son Catedral en Cusco, Compañía de Jesús, San Pedro de Andahuaylillas, San Juan de Huaro, Templo de la Virgen Inmaculada de Checacupe, y Templo de Santiago Apóstol en Lampa.

Si quieres asistencia para esta ruta puedes contactar a Cynthia Morales (+51 963980798  o a moralcy@hotmail.com)

Tramo 2: Bordeando el lago Titicaca

Advertencias, comentarios y recomendaciones:

  • Aquí estamos más alejados de Cusco, por tanto, hay que tener mas prudencia con los servicios turísticos. Siguiendo con el ánimo de esta ruta barroca- espiritual, recomiendo visitar las Chullpas en Salustani. Son tumbas de señores incas y, como toda su construcción, son bellísimas. Respecto a estos señores, Cieza de León deja un párrafo que habla de una mentalidad de entonces: “Viven toda su vida en casas sencillas pero mueren en tumbas destacadas”. Las chullpas son estas tumbas destacadas.
  • Si bien las catedrales de Puno y Juliaca son bellas, no son, a mi juicio, las más representativas de este tramo.
  • Juli es un lugar muy importante en lo que a Arte Barroco se refiere. Fue uno de los establecimientos de las grandes misiones jesuíticas. A Juli se la llama La Roma de América por sus grandes iglesias. Cuando yo fui, la Iglesia de la Santa Cruz de Juli estaba en reparación.
  • Y por último, la Catedral de Pomata. A mi juico, la iglesia mas extraordinaria de este tramo. Tiene una virgen muy querida por ser muy milagrera.
  • Recomiendo: San Francisco de Ayaviri, Catedral de Puno y Juliaca, tres iglesias de Juli (Iglesia de San Pedro Martir, Templo Museo San Juan de Letrán, y Templo Museo Nuestra Señora de la Asunción) y la gran iglesia de Pomata.

Si quieres asistencia para esta ruta puedes contactar a Cynthia Morales (+51 963980798  o a moralcy@hotmail.com).

Tramo 3: El altiplano boliviano (suroeste)

Advertencias, comentarios y recomendaciones:

  • Una opción para este tramo es desde La Paz arrendando un auto o, una más audaz, yendo de Chile por el paso con auto propio y alojándose en carpa o en hoteles cuando se pueda.
  • Esta segunda te permitirá empaparte del altiplano, que es una región muy bonita. En todo caso, asegúrate los alojamientos previamente.
  • Las rutas no son buenas y por lo tanto, más lentas de lo que te indican los kilómetros.
  • Desde el punto de vista andino, Tiahuanaco es una visita que no debe perderse. Es sorprendente y es la cuna de la cultura andina.
  • Recomiendo: Iglesia de San Francisco en La Paz, El templete de Tiahuanaco, Iglesia de Jesús de Machaca, Iglesia de Caquiaviri, Iglesia de Curahuara de Carangas, Iglesia de Tomorapi en el Parque de Sajama.

Tramo 4: El altiplano boliviano (sureste) Sucre y Potosí

Advertencias, comentarios y recomendaciones:

Sucre y Potosí son dos ciudades muy cercanas que comparten una historia. Son coloniales, de gran relevancia cultural y económica. De Potosí sabemos de su fabulosa mina de plata: Cerro Rico y del efecto que ella tuvo en el comercio mundial.

Sucre, por otra parte, es una ciudad medular de la historia boliviana y del país Andino. Fue, y es, la capital jurídica de Bolivia, cuna de una de las primeras universidades de Hispanoamérica y cuna también del primer grito libertario de la independencia del continente.

La visita a estas dos ciudades es una de las ventanas más iluminadoras del ethos y la estética barroca. Este tramo contempla conocer las iglesias de Sucre y Potosí. Ambas ciudades cuentan con todos los servicios requeridos. Aunque no es el propósito de este escrito, el salar de Uyuni, que está cerca de Potosí, es bellísimo.

Como lo hemos planteado en otros tramos, en general las rutas no son buenas y por lo tanto más lentas de lo que parecen sugerir los kilómetros.

A mi juicio en este tramos destacan las siguientes iglesias y recintos:

Tramo 5: Chile. De la Frontera de Chungará / Tambo Quemado hasta Arica

Advertencias, comentarios y recomendaciones:

En este quinto tramo me aparece una duda, que si bien ha estado presente a lo largo de toda la ruta, en este tramo no se puede acallar: ¿con qué criterio recomendar hacer kilómetros para llegar a una iglesia o iglesita? ¿Acaso es el paisaje subyugante que las enmarca? ¿O lo encantadora que son algunas? (parecen hechas por niños jugando con barro) ¿o por el sorprendente barroco expresado en sus altares, paredes y columnas? Yo no soy ningún especialista; a mi me ha movido ir a verlas por cada una y por las tres razones. Ninguna no ha merecido la visita. Estoy dichoso de haber ido.

Pero entiendo que, a la hora de seleccionar, a la hora de elegir itinerarios, hay que optar. Así, yo diría que las imperdibles del tramo son, de oriente a poniente: Parinacota, Pachama y Livilcar.

Para llegar a la iglesia de Livilcar se debe ir con camioneta 4×4 o bien ir caminado desde el santuario de Las Peñas, en la misma quebrada.